sábado, 16 de diciembre de 2017

desnudo

He recibido la visita que esperaba, se ha asomado a este rincón tras mi insistencia. Después de una incómoda incertidumbre, de una impaciente espera he sabido que sus ojos se han paseado por estas... por estos esbozos, esbozos ¿de qué?

Me asaltan mil temores, mil dudas, mil recelos. Me siento avergonzado, expuesto, frágil... me siento desnudo... ¿Para quien y para qué escribo?

Y, sin embargo, deseaba con erótica excitación desprenderme de ropas, de velos... de apariencias. De las convenciones que día a día apagan, silencian, sepultan a un yo que se revela, que grita, que quiere lucir. Un desnudo no muestra nada que no quiera aquel que se desnuda. ¿Hasta dónde quiero yo desprenderme de mi piel, de mi voz, de mi tumba?

Mi soledad y mi fracaso, mis temores y mi debilidad se asoman en lo que escribo. Son mis sombras, las sombras que mi propio yo arroja sobre mi cuerpo, y lo muestran y lo ocultan a un tiempo. Le dibujan y le dan volumen, fondo, verdad.

jueves, 14 de diciembre de 2017

una mirada

Espero impaciente una visita. En estas abarrotadas calles por las que circulan junto a mí muchedumbres me he cruzado con alguien que me ha dirigido abiertamente una mirada

La he invitado a entrar aquí, a que lea estos jirones de vida y me diga... si los entiende, si los siente, acaso si los reconoce. Y, no me engaño, si encuentra de alguna forma esa belleza que busco y que haría "de la necesidad virtud"

La perra no duerme, no descansa y busco refugio en estas calles por las que circulan auténticas jaurías de sombras inseparables de huidizas almas. Quizás, pienso, detrás de una mirada esquiva encuentre con quien compartir alguna jornada. Quizás tras tu mirada abierta haya una luz que disipe las sombras

Esa esperanza me anima a abrirte esta puerta, a que aciertes a desgranar la clave secreta en tus palabras